TITULO: ECO DE NIÑO PARA VOZ DE HOMBRE
EDITORIAL: EDICIONES CARDEÑOSO (Vigo) Tl. 986435511
JUAN CALDERÓN MATADOR, (Alburquerque, Badajoz, 1952) residente en Madrid. Actor, cantante, compositor, dramaturgo, narrador, poeta, pintor.
PUBLICACIONES: Camino ancho, paso desolado (1977), Ritos de la memoria (1993), Agonía de la estaciones (1994), La voz (de Dios) entre el romero (1997), Eco de niño para voz de hombre (2003), Divertimento (2005) Mirar el arte en clave de poesía (2006).
Ha obtenido una veintena de premios, repartidos entre poesía, narrativa y música.
Autor de cerca de trescientas canciones. Algunas de ellas editadas en C.D., interpretadas por él mismo y por otros cantantes.
Como dramaturgo ha estrenado cuatro obras de teatro.
Ha realizado diversas exposiciones como pintor.
MUJER TRISTE
Era mi madre por entonces
una mujer sin alegría,
un armazón de huesos
que fregaba las losas y guisaba,
y yo me pregunté más de mil veces
quién
le habría prestado la sonrisa
para hacerse la foto de la boda.
Aquella tan hermosa
era la que anhelaba
tener junto a mi siempre,
con su sombrero negro,
el vestido bonito
y aquellos dos hoyuelos en la cara.
La ternura suplía la falta de alborozo.
En el bolsillo de su bata
nacían las estrellas.
Durante muchos años
le perseguí la sombra
para hacerle cosquillas en la nuca
y creerla feliz de cuando en cuando.
FACTURAS DE TIEMPO
Andaba por la casa sin que nadie
notase su presencia.
Consiguió acostumbrarnos a su ritmo
y bailamos al son que nos marcaba.
Nunca dijo que aquello tenía un precio.
Aguardo su momento, astuto, paciencioso.
Tras un golpe de invierno,
al saberbos vencidos de humedad, indefensos,
presentó sus facturas.
-Por hacerte mayor como pedías,
mucho antes del plazo convenido,
ha de entregar tu madre el vigor de su espalda,
permutaremos su tersura
por treinta pliegues grises en el rostro
y su sangre de lujo
por cientos de trastornos arteriales.
Tú deberás pagarme desde ahora
cuantas noches de insomnio te requiera.
Un racimo de culpa, siempre fresco,
llevarás en los ojos, por si hoy o algún año
quisiera deleitarme con su jugo.
Y se marchó , sin irse, sabiéndose mi dueño.
El chelo de la vida, desde entonces,
tiene triste la voz y está cansado.
(Poemas del libro "Eco de niño para voz de hombre")
3 comentarios:
Que bello titulo y que hermosos poemas. Trasmiten mucho dolor contenido en una época que como la de la niñez debe ser feliz. ánimo señor la vida es una experiencia de continuos sinsabores, que se suavizan con el bálsamo del amor y el cariño de los que tenemos cerca.
Un beso
Una mujer que mira al mar
Estos versos, además de haberlos leído, tuve la oportunidad de escucharlos en tu voz. Doble placer.
Siempre es un placer encontrarse con tus versos y ganar unos minutos en imaginar ese mundo lleno de palabras hermosas.Gracias.
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